Morganizado

22 de diciembre, una fecha un tanto jodida para mí pero que el 2018 le ha dado una vuelta más que interesante.

Hacía casi un año que habíamos visto por primera vez a Morgan en directo, casi un año en el que han pasado de ser un grupo muy minoritario a aparecer en programas de radio y televisión y cosechar éxito tras éxito con su nuevo disco. Así que cuando vimos en su Instagram que venían a Valencia no nos lo pensamos y compramos las entradas enseguida, que venían de agotarlas en Madrid y no era plan de quedarse sin verlos y oírlos.

Llegó el día esperado y los dos andábamos nerviosos, como si fuera nuestro primer concierto, con esos nervios de ver si las expectativas se veían cumplidas o si el recuerdo de ese primera vez había sido envuelto en almíbar y no se volvía a repetir.

La cena transcurrió rápida y sin dar tiempo a mucho más que a comer con ganas un par de bocatas y unas cervezas y enfilar con tiempo la entrada al local. Este año tocaba escuchar a Nina y compañía en el Espai La Rambleta, un poco más grande que el Loco Club y nos daba un poco de miedo que se perdiera el encanto de ese concierto cara a cara que vivimos el año pasado. Al entrar a la sala vimos que iba a ser más cara a cara incluso, con la batería de Ekain tan cerca que casi la escuchábamos sin necesidad de altavoces.

IMG_20181223_000350-1

Luces un poco abajo y aparece Gabi Planas, con la muy difícil tarea de conseguir que un público que esperaba a Morgan le hiciera caso. Sonido cantautor muy personal y que a guitarra y voz (y unos coros puntuales de Paco) consiguió captar nuestra atención. Un tipo para escuchar con calma, aunque no esa noche.

Sale Gabi de escena y en un momento ovación, la primera de la noche, y la banda llena el escenario. La formación habitual, con Nina a la izquierda atrincherada tras su teclado, Alejandro y su bajo justo al lado, Ekain aferrado a sus baquetas y Paco y Chuches a la derecha.

IMG_20181222_224334

Las primeras notas salen de la guitarra de Paco, mutado en David Gilmour. Una intro digna de algún tema de Pink Floyd abre para que suene Planet Earth. Le sigue Blue Eyes y después Attempting, un tema que parece escrito para presentar tranquilamente a toda la banda, con momentos para lucimiento de todos.

Suena Oh oh, y es casi imposible escuchar a Nina en el estribillo, toda la sala coreando. Suena después Goodbye, un temazo del disco anterior aunque yo soy más de Cheescake y la eché de menos en el setlist. Silencio, suena Roar, otro tema de North y el momento para que Nina se venga arriba y nos deje a todos flipando (inocentes, no sabíamos lo que nos esperaba) con esa voz tan espectacular que se gasta.

Work, con esa parada y carga a ritmo de batería a mitad de canción tan brutal, y The child dan paso a la versión de The chain, un tema de Fleetwood Mac que han adaptado de manera magistral Morgan y que se puede calificar como una de esas versiones imprescindibles de un clásico.

IMG_20181222_223840

Momento monólogo de Nina (hubo varios y algunos muy buenos) para dar paso a Praying. Más monólogo y suena Sargento de hierro, EL tema en castellano de Air y que es una auténtica belleza. Por si nos habíamos quedado con más ganas de temas bonitos, suena Home y le sigue un medley de Flying faithfully y Thank you que quedó fenomenal.

IMG_20181222_232607

Con eso quedaba cerrada la primera parte del concierto pero claro, faltaba algo más. Lo que en una buena mascletà se llama el terratrémol (terremoto). Vuelta al escenario de Nina y comienza a piano y voz Volver.

Faltaba el tema con el que presentaron Air y uno de los más animados del disco, Another road.

Y de pronto Nina se levanta y empieza a hablar, sin micro, a su lado Paco con una guitarra clásica. Los shhhhh se suceden por la sala y con el silencio de todos, Nina y Paco se marcan una primera mitad de Marry you sin amplificadores, uno de los momentos más mágicos de este concierto, un despliegue de voz brutal y una sensibilidad que eriza la piel recordarlo. En el cambio, entra la banda ya de nuevo electrificada y Nina saca el micro y cierra la actuación.

Morgan puede no ser la banda con más virtuosos en cada instrumento pero derrochan una sensibilidad en cada uno de ellos que es alucinante. Como comenté con Ekain y con Alejandro en el post-concierto, a Morgan se llega por Nina porque esa voz es un imán, te quedas por Paco y Chuches, y te casas para siempre por la sección rítmica. Ese diálogo de Ekain con sus platos, a los que les saca mil matices para darle el punto justo a cada tema; Alejandro que va del ritmo a la melodía con el bajo… Realmente es otro nivel musical y personal, porque después del pedazo de concierto, bajaron, firmaron, besaron, abrazaron, charlaron con todos y cada uno de los que nos acercamos a estar con ellos. Mención aparte para su manager, Marcos, un tipo que nos estuvo contando alguna cosilla del grupo mientras esperábamos que bajaran y que destila buen rollo por todos los poros del cuerpo.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Son Paco, Ekain, Chuches, Alejandro y Nina. Son Morgan y si no los has escuchado te estás perdiendo algo muy grande.

IMG_20181223_000321